Sala Kitty Purry 7.4.8: equipo para mucho tiempo.

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE (๑˃́ꇴ˂̀๑)

El 2018 trajo consigo la comodidad a la sala: ¡Un sofá nuevo! Adiós a los antiguos sillones y al sofá del comedor que desde hace años ocultaban unas tablas de aglomerado bajo los cojines, puesto que con el paso de los años más bien parecían pufs. Sabías cuándo te sentabas pero no cómo podrías salir de ellos… me daba cosilla aparecer en Narnia. Además, había otra excusa de peso y es que desde principios de este año ¡Éramos 3! Si es que lo veo: los tres sentadicos viendo pelis y comiendo palomitas… ¡¡Qué ganas!! No se hable más, ponemos uno bbc: bonito, barato y cómodo. Nunca nos hemos planteado poner butacas porque aparte de que estéticamente no nos gusta, no creemos tampoco que sea lo más cómodo… es un cine en casa y qué mejor que aunar los dos mundos, para aguantar dos horas de peli en una butaca me voy a un cine comercial, aunque no podré ir en pijama…
El 2019 no pudo comenzar de la peor manera posible. “Vamos a poner alguna canción en la sala… Uy, qué raro suena; espera que se me habrá olvidado enchufar un Klipsch… no, no, que no enciende. No me fastidies que se ha roto uno de los subwoofers”. Aquel funesto día rompió todas nuestras ilusiones… la vida y las alegrías que había dado ese Klipsch pasó por mi mente como una película, ¿qué hacemos? Tiene que estar más barato que cuando lo compramos por primera vez, vamos a mirar… descatalogado; ¿y de segunda mano? Nada tampoco. Bueno, vamos a preguntar a ver si es posible comprar la placa y que al sustituirla funcione. Solicitamos precio y nos salía más barato comprarla a una tienda de repuestos de altavoces en América. Al mismo tiempo, nos ofrecieron ayudarnos con la compra de uno nuevo…
Finalmente llegó una pareja de Klipsch R-115SW para despedirnos de los anteriores. Íbamos a vender el Klipsch viejo que aún funcionaba, porque tres no suponen una mejora sustancial, hasta que… “y si pillamos la placa y si todo va bien nos quedamos con los cuatro; de salir mal siempre podemos vender el que funciona”. La placa llegó después de hacer ruta turística por Italia sin costes de aduanas y pudimos exclamar eso de “It’s alive!!! It’s alive!!!”. Y de esta forma lo que había comenzado como “oh, Dios mío este es el fin. Estamos perdiditos!!”, terminó con el doble de subs en nuestro cine. Ahora cada vez que la sala Kitty ronronea te despega las pestañas… esperemos que los vecinos sigan bien…

Aquí entramos en la recta final de esta historia, puesto que a partir de aquí todo ha ido sucediendo a una velocidad vertiginosa.

Todo no podía ser ni tan fácil ni tan bonito. Y es que cuadrar cuatro lavadoras en 20m se convirtió en una ardua empresa. Como hicimos con los primeros, tiramos del Room Simulator del REW. Después de darle vueltas, resultaba que la mejor combinación posible situaba los subs frontales pegados a la pared. ¿Sabéis lo que eso significa, no? ¡¡El penúltimo vestigio del comedor!! A tomar viento la vajilla y el mueble que tan bien combinaba con las ES90. Tras tomar las medidas pertinentes, nos dimos un viajecito exprés a Ikea a por unos módulos que nos permitían la distribución óptima para los subs sin sacrificar el almacenamiento que ofrecía el anterior. Prácticamente no habíamos sacado los nuevos Klipsch de las cajas cuando se nos presentó la oportunidad de hacernos con un Denon X8500H. Estábamos interesados en él desde que salió porque queríamos poner más altavoces en la sala y por otra cosa más importante: la app; podríamos ver gráficas de nuestra sala y corregir un poco. Así pues, nos hicimos con él sin pensarlo dos veces; con el anterior nos había ido genial y fue el que nos dio la mejor calidad de sonido. Esta vez íbamos sobre seguro… me he hecho fan a tope de Denon. A partir de este punto sólo recuerdo una cosa: pasar Audyssey, pasar Audyssey, volver a pasar Audyssey, una vez más, otra y otra… sweep, sweep… cambiar cables y de nuevo sweep… Y es que no sólo se trataba de clavar en los cuatro la misma ganancia, sino que los dos frontales debían dar la misma distancia para que funcionasen como uno solo y lo mismico después con los traseros. Nos llevó varias madrugadas, pero qué satisfacción ver los valores en su sitio. Tras esto solo nos faltaba comprar los altavoces pertinentes para una combinación de ocho altavoces de techo Atmos/Auro3D. Entonces llegaron dos parejas de JBL Arena 120 que son una auténtica pasada: delgaditos, compactos y con un buen sonido.
Ya estaba todo ubicado, o al menos, ya sabíamos dónde irían cuando apareció en mi vida una persona maravillosa (bueno, en realidad apareció un poquico antes pero es por ir resumiendo) que controla de todo sobre estos temas y me hizo una pregunta crítica que cambió de nuevo el rumbo de la sala… “¿Y si le quitas carga al Denon? Sabes que suena mejor quitándole carga al receptor, ¿no?” 
¡Pardiez, con lo que había rehusado meterme en tema etapas! Pero este hombre tenía taaaanta razón, es la voz de la sabiduría, ya no se trataba de nueve sino de trece canales en un mismo receptor… Bueno, después de darle vueltas y hablar con él mucho sobre este tema, ¡Hola, Emotiva BasX A-700! ¡Qué buen invento lo del disparador (trigger), si hasta parece algo súper pro! No como mi anterior Pioneer que tengo que encenderlo aparte e incluso a veces se me olvidaba hacerlo. Bien, esta etapa “normalilla” se dedica a darle vidilla a seis altavoces del techo; el Pioneer los dos del Auro; la chicha gorda se la hemos dejado al Denon, que como bien me dijeron, para algo es ese pedazo de receptor.

Cuando pensábamos que ya estaba todo arreglado para acabar, llegó una pregunta y otra oportunidad… de esas que sólo pasan una vez. Tenemos proyector nuevo y siguiendo la tradición forjada durante muchos años, el color puessss… ¿he comentado que ha salido genial de precio siendo nuevo? Sí, una enorme mole blanca pendiendo de un interminable soporte en todo el centro de la parte trasera de mi sala. Entras y los ojitos no se distraen con los bustacos que tenemos, noooo… se te van irremediablemente para el JVC X7900. Encima, tan cuadradete, blanco, mate… ¡¡si parece un tanque!!

Entre las columnas en cerezo, los drivers cobres y esa mole blanca... ( ◡́.◡̀)

Añadir que como se puede ver en la foto el altavoz no está centrado con la lámpara, pero en realidad es la lámpara la que no está centrada en la habitación; otra de las múltiples peculiaridades que tiene mi casa.
En las fotos anteriores había una lámpara de cuatro focos, la cambiamos por una de tres para que el altavoz “voz de Dios” no se quedase tan encajonado.

Aquí iría una foto que me encanta y que me hace especial ilusión pero que por problemas técnicos con Blogger no puedo subir. Se trataba de la bandeja de los mandos en la que aparecía también uno que tiene de juguete mi princesita... no hay manera de ponerla porque me la pone ¡¡del revés!!ヽ(`▭´)ノ y no sé cómo ponerla correctamente (ノಠ益ಠ)ノ彡┻━┻.
Asimismo, los blancos de todas las imágenes están quemados... En fin, cualquier cosa que aparece de color gris es en realidad de color blanco (≖_≖ ).

Adiós, Polkaudio TSi200; Holi, JBL ES30. Finalmente y tras muchos años buscándolos hemos conseguido unos ES30 a un precio fantástico (de segunda mano, obviamente).
Nuestro soporte para el proyector se acabó rompiendo, puesto que nunca estuvo "fino" y había que estar moviéndolo cada vez que queríamos ver una película porque se descuadraba completamente cuando le daba la gana (era telescópico). Queda más corto que el anterior que teníamos y este sí que es fijo.
Compramos este soporte porque leímos que servía para los JVC y resultó ser mentira; así pues, mi novio se inventó un nuevo soporte usando el "disco" del viejo, empalmándolo con el nuevo... quedó así:
El último cambio se trató de una pantalla más grande. Sí, tenemos dos pantallas motorizadas colgando del mismo techo... de hecho, una está delante y la otra detrás (la última costó lo suyo que entrara). Hemos dejado delante una Optoma de 120" que usaremos para el SDR; la Visivo Lusso de 113" para el HDR.
Como se puede ver, la Optoma es mucho más fina que la Visivo. Me habría gustado que la Visivo estuviese delante de la Optoma, pues habría quedado oculta detrás pero decidimos ponerlas así para que las 120" se viesen un poco más grandes; de este modo parece que hay un escalón en el techo pero no me importa en absoluto.
El aumento de luminosidad (aún notándose) no es mucho; aunque nuestra principal intención es dejar la de 113" en 100". Ya se verá.

Y aquí acaba este viaje en el tiempo por la Sala Kitty. Como vemos, no se construyó en un día, nos ha llevado 11 años. Hay gente que se gasta el dinero en entradas de cine, ir a conciertos o al Maraú los findes... yo ahorro, aprovecho ofertas y compro a plazos (incluso a dos años de esos geniales y puntuales de "sin entrada ni intereses") para poder tener un buen cine en casa... cuestión de gustos y prioridades.

Ahora tenemos un 7.4.8 (siete altavoces de suelo, cuatro subwoofers y 8 altavoces de techo) y el equipo sería el siguiente:

Proyector: JVC X7900
Pantallas: SDR Optoma 120" + HDR Visivo Lusso 113"
LCD: Sony 40X3500.
AVR: Denon X8500H
Amplificación Atmos: Emotiva BasX A-700 + Pioneer A-30K.
Reproductor: Sony UBP-X800
Plato: Technics SL 1210 MK2.
Frontales: JBL ES90
Central: JBL Studio LC1.
Surround: JBL Studio L830
Surround Back: JBL ES30.
Atmos: JBL Arena 120 x4 + Polkaudio OWM3 x4.
Subwoofers: Klipsch R-115SW x2 + Klipsch SW-115 x2.
Consolas: PS4 PRO + Xbox One.

Lo último que nos queda por comprar/cambiar para tener un cine para muchos años es el reproductor. Queremos comprar un Panasonic UB9000... ya caerá (ง •̀ω•́)ง✧.

(○’ー’○)ノ.

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