Fue la primera vez que tuvimos que ir a descambiar una prenda a Suite Blanco o Blanco a secas... como sea (me parece una chorrada lo de los cambios de nombre, puesto que para mí siempre será Suite Blanco). En realidad fuimos para descambiar dos: el vestido que comenté en entradas anteriores que era para mi madre y un anillo que pedí a través de la tienda online que no me gustó.
Al final, a mi madre le encantó el vestido (*>v<)ゞ* º (ᗒᗨᗕ). Sin embargo, nos comentó que le parecía que le quedaba un pelín grande, que si íbamos de nuevo a Suite Blanco que mirásemos una talla menos. Le compramos una M porque es un lío el tema de las tallas y sobre todo, elegirlas para una persona que casi nunca está en casa; sinceramente, como es tan amplio y el plisado disimula muchísimo el tamaño "real" del vestido, no se apreciaba que le quedara grande. Mi madre hacía especial énfasis sobre la sisa de la que decía que quedaba un poco baja. La verdad, no recuerdo ese detalle y tras probárselo una vez se tuvo que marchar de nuevo esa misma noche; no obstante, el vestido le quedaba en su sitio, en las pantorrillas y no parecía que vistiera un saco. Le comentamos que al ser de rebajas, si le comprábamos una S y no pasaba por casa antes de que acabara el mes se quedaría sin vestido de estarle pequeño. Insistió en que lo mirásemos, si no estaba en una talla menos no importaba, pero de estar que hiciéramos el cambio.
Más tarde, llegó un mensaje que indicaba que mi pedido online había llegado a la tienda de Lorca, por lo que teníamos que ir a recogerlo. Compré un bolso que no había visto en ninguna de las tiendas en las que estuvimos, un collar y un anillo. Lo pedimos con recogida en tienda para ahorrarnos los gastos de envío y además, tenía que ir a H&M para descambiar dos prendas que compré en las rebajas y que me estaban pequeñas.