Como comenté en la anterior entrada, el viernes pasado fue mi cumpleaños y como también adelanté dedicaré ésta a los regalitos que me hicieron... aunque ya el título desvela cuales fueron (ɔ◔‿◔)ɔ ♥.
Por cierto (lo he leído mucho) me parece una soberana gilipollez, además de una horterada inmensa, llamar "haul" o catalogar como tal los regalos de cumpleaños. El valor de que una persona que te quiere te haga un regalo queda completamente relegado y dominado por el materialismo y el afán por vanagloriarse sobre cuántas cosas tiene para enseñar en un sólo día... es otra entrada rutinaria de compras, pero sin estar realizadas por quien escribe. En fin, cada cual sigue las modas estúpidas como mejor le conviene.
Como en los últimos trece años de mi vida pasé todo el día con mi novio. Mi suegra me felicitó por teléfono, al igual que mi madre que aún no ha parado por casa. Bueno, en realidad siempre es igual y no me felicita nadie más; mi madre, mi novio y mi suegra. Preparé para comer barquillas de Old El Paso con el relleno para fajitas que venden en el Consum y que se encuentra en el frigorífico junto a las carnes (está riquísimo). Nos comimos la tarta y alguna que otra chocolatina y abrí los regalos. Lo tenía todo planeado para no salir de casa, pero tuvimos que ir a un pueblo a unos 20 minutos para hacer algún que otro recado para mi madre que desafortunadamente surgió ese mismo día. Llegamos a casa tardecillo, sobre las 20:00; sin embargo, no puedo quejarme porque pasé un día genial. Antes de cenar continuamos un poco el Assassin's Creed Unity (lo terminamos el martes de esta semana) y después estuve jugando sobre todo al VR: probé la demo de Tethered (no me gustó nada) y jugué a Tumble VR, Pinball FX2 VR, Trackmania Turbo y no recuerdo ahora mismo más... Aquello de salir por la tarde me desorganizó sobremanera. Asimismo, tenía pensado darle a mis gatos unas chuches para celebrarlo también con ellos, pero los tengo malitos con deposiciones frecuentes y nada sólidas (circunloquio al canto jajajaja); llevaban varios días comiendo arroz con pollo y ya están mucho mejor.
Aquí los regalos de mi vigésimo octavo cumpleaños:
Como en los últimos trece años de mi vida pasé todo el día con mi novio. Mi suegra me felicitó por teléfono, al igual que mi madre que aún no ha parado por casa. Bueno, en realidad siempre es igual y no me felicita nadie más; mi madre, mi novio y mi suegra. Preparé para comer barquillas de Old El Paso con el relleno para fajitas que venden en el Consum y que se encuentra en el frigorífico junto a las carnes (está riquísimo). Nos comimos la tarta y alguna que otra chocolatina y abrí los regalos. Lo tenía todo planeado para no salir de casa, pero tuvimos que ir a un pueblo a unos 20 minutos para hacer algún que otro recado para mi madre que desafortunadamente surgió ese mismo día. Llegamos a casa tardecillo, sobre las 20:00; sin embargo, no puedo quejarme porque pasé un día genial. Antes de cenar continuamos un poco el Assassin's Creed Unity (lo terminamos el martes de esta semana) y después estuve jugando sobre todo al VR: probé la demo de Tethered (no me gustó nada) y jugué a Tumble VR, Pinball FX2 VR, Trackmania Turbo y no recuerdo ahora mismo más... Aquello de salir por la tarde me desorganizó sobremanera. Asimismo, tenía pensado darle a mis gatos unas chuches para celebrarlo también con ellos, pero los tengo malitos con deposiciones frecuentes y nada sólidas (circunloquio al canto jajajaja); llevaban varios días comiendo arroz con pollo y ya están mucho mejor.
Aquí los regalos de mi vigésimo octavo cumpleaños: